Crecer sin perder de vista los valores y traspasar a las nuevas generaciones una oficina diferente a las demás, donde se trabaja con seriedad y con amor, son algunos de los desafíos de la fundadora de Boetsch Propiedades, una corredora con un marcado sello familiar y reconocida en todo Chile como la más experta en Santa María de Manquehue. De eso y mucho más nos cuenta en esta entrevista.
Tan conocida por la corredora Boetsch Propiedades como por sus aptitudes para los deportes es Verónica Boetsch Vicuña. Casada con Jaime Arrieta y madre de cuatro hijos –Verónica, Magdalena, Trinidad y Jaime– cuenta que “vengo de una familia de deportistas. El deporte fue fundamental para mi formación. Aprendí que con esfuerzo y perseverancia se logran grandes resultados”. Quienes la conocen bien, saben que llegó a ser una tenista y esquiadora extraoridinaria, deportes que con el tiempo reemplazó por el trabajo en su corredora.
–¿En qué momento decidiste crear Boetsch Propiedades?
–Nació de manera natural. Mi abuelo Gustavo Boetsch y algunos tíos, además de mis padres, han estado siempre relacionados con el tema de la construcción. Lo mismo por el lado Vicuña. Recién casada con Jaime, el año 1981, compramos un sitio en Santa María de Manquehue y nos construimos nuestra casa. Al mes siguiente la vendimos, obteniendo una gran utilidad. Luego construimos dos más y así en reiteradas ocasiones de mi vida, por lo tanto tengo experiencia en construir y vender. Todo salió natural. Con una amiga formamos Boetsch y Larraín Propiedades en 1992, pero hace 15 años quise independizarme y formé Boetsch Propiedades.
–¿Cómo fueron esos primeros años independiente?
–Me encontré rápidamente con una gran cartera de propiedades y clientes. El crecimiento fue rápido. Luego, hace 5 años, me trasladé a una casa jardín en Santa María 7126. Hoy cuento con un grupo de 15 personas; todas profesionales y dedicadas al tema. Me encanta armar equipo, poder enseñar y empoderar a las ejecutivas, formar un ambiente de respeto, cariño y lealtad entre ellas.
–¿Qué es lo que más te motiva?
–Mi pasión por el tema. Me encanta todo lo relacionado con este trabajo. Conversar con la gente, conocer las casas, ver distintas arquitecturas, ponerles un precio a las propiedades y venderlas. Además, me gusta ser partícipe de algo tan lindo y único como es encontrar el futuro hogar a un cliente y su familia. Por otra parte, el corretaje es compatible con el deporte y con la familia, lo que da mucha libertad.
–Cuéntanos cómo ha sido el desarrollo y crecimiento de Boetsch Propiedades.
–Se dio muy rápido cuando decidí dejar la pasión por el tenis y poner toda esa energía y tiempo en formar una corredora de propiedades familiar. Salía a caminar temprano por el barrio, sabía de las casas que se vendían y sus dueños. Poco a poco se empezaba a correr la voz y llegaban compradores. El hecho de vivir desde 1983 en Santa María de Manquehue, tener a los niños en el Colegio San Benito y pertenecer al Club de Polo, además de tener características personales necesarias para ser buena corredora, hicieron posible que tuviera ventajas comparativas con el resto de las corredoras y al cabo de dos años empecé a ser conocida como la corredora del barrio. Incluso, algunas amigas de mis hijas de forma simpática me decían “la reina de Santa María”.
–¡Todo un reconocimiento!
–Siempre he creído que la mejor publicidad es entregar un buen servicio. Cuando quedan contentos los clientes es cuando te recomiendan y te vuelven a llamar. A medida que empezaron a llegar más clientes y más casas, de forma orgánica empezó a crecer la oficina. Durante estos años trabajé con muchas personas, pero desde hace más de una década que están M. de los Ángeles Pérez, Catalina Correa, Antonia Gazmuri y mi hija Trinidad Arrieta. Ellas fueron mi principal apoyo, por eso y por su profesionalismo, constancia y amor al trabajo hace un par de años las convertí en socias, formando así un gran equipo consolidado y con experiencia para dar el mejor servicio al cliente. Junto a ellas se encuentra un grupo de 12 personas, varias de ellas me han ayudado a expandirme a otros sectores fuera de Santa María. Todas tienen pasión por el rubro, le gusta entregar el mejor servicio y ser profesionales del tema.
–¿Cuál dirías que es el sello de Boetsch?
–Ser una empresa familiar. Hoy trabajo con tres hijas, una sobrina, parientes y amigas de mis hijas y mías que han formado parte de mi historia. Nos diferenciamos de los demás por ser expertas en la materia y muy eficientes. Hacemos vínculos con los clientes y entregamos un servicio personalizado.
–¿Es la oficina con mayor experiencia en Santa María de Manquehue?
–Sin ninguna duda. Las personas que quieren comprar en Santa María de Manquehue saben que tienen que pasar por mi oficina. Tratamos de obtener todas la casas y departamentos que están a la venta en el sector, por lo que le ahorramos tiempo al cliente, ya que aquí encuentra toda la información en un solo lugar. Al ser la corredora más antigua y experta del barrio, tenemos todo el conocimiento de la casas que se han vendido en este sector durante los últimos 15 años y los valores de estas durante este tiempo.
–¿Cuál es el mayor desafío de Boetsch Propiedades para los próximos años?
–No perder el alma de Boetsch. Que siempre nos recuerden por hacer el trabajo bien y con cariño. Crecer sin perder de vista los valores como transparencia, sinceridad, empatía, bondad, paciencia, gratitud, generosidad, esfuerzo, humildad, perseverancia, profesionalismo. Quisiera traspasar a las nuevas generaciones una oficina diferente a las demás y que el equipo esté feliz trabajando con mucho amor y profesionalismo.